Algo he de hacer, algo, no se, por mínimo que sea pero algo. Matarte, matarme, destrozarte en pedazos y regarlos. Quizá así sentirías dolor de a ratos, de momentos como lo es tu recuerdo en mi cabeza y corazón. Borrarte de mi corazón o enterrarte y ponerte un mausoleo, un pedazo de piedra con letras de "aqui vive mi amor". Que cada lagrima de sangre ahogue la necesidad de saber de ti. Desearte miles de infiernos y que te quemes en ellos de por vida, que te retuerzas de felicidad y no de dolor. Porque con tu acción me enviaste a un manicomio, paredes, colores, tu presencia. Mejor me hubieras mandado al panteón. Por lo menos ahí compartiría la muerte a traición, el engaño y la desolación. Quiciera enviarte fantasmas que mínimo te acompañaran y no ese ente de maldad. Pero sobre todo quiero sacarte de mi vida, caminando o en un cajón.
